Hoy contribuimos a alimentar una de las categorías favoritas de nuestro blog: un vinito con picoteo. Y es que esta modalidad es un estado de ánimo. Igual que unas veces una está de cañas en taberna canalla, otra de “quiero una cenita rica en un sitio bonito” y a veces de “necesito ponerme gocha”; en determinadas ocasiones, el cuerpo nos pide sentirnos elegantonas tomando algo de calidad y cuidado, pero si ponernos hasta arriba, en un sitio informal pero en el que se esté a gusto. Ese, amigas, es el momento vinito con picoteo. Y aquí estamos De Cines y Cenas para proporcionarnos las herramientas necesarias para satisfacer esa necesidad. 

Ya os hemos recomendado La Carbonera y Casa Luna, dos de nuestros sitios favoritos en Malasaña, especializados en vinos, embutidos y quesos; también Aquí Santoña, un local dedicado a los productos y conservas cántabras de alta calidad; y, hoy, os traemos Ultramarinos del Coso, un nuevo proyecto de La Mucca que se ha instalado en la malasañera plaza de San Idelfonso. 

Nada más entrar, un intenso olor a ahumado nos invade la nariz.

Ultramarinos del Coso suma ideas como la de la tienda de colmado de toda la vida, la taberna castiza, y la bodega de vinos, unificándolas bajo una decoración sofisticada con un toque nórdico que hace que nos sintamos en un ambiente muy acogedor. Su propuesta culinaria sigue esta línea combinando aperitivos tradicionales con un toque fusión y el ahumado como propuesta unificadora.

El órdago ha sido grande y esta nueva propuesta de la cadena que parece tener la fórmula del éxito, ha ocupado tres locales contiguos, manteniéndolos separados como tres ambientes: Bodeguita, Barra y Taberna. Nada más entrar, un intenso olor a ahumado nos invade la nariz. Y es que el chef del espacio, Andy Boman, ha instalado un ahumador para darle un toque especial a algunas de sus propuestas de la carta como las Gildas Ahumadas (2,5€) la Smoked Panceta (9,5€) o la Ensaladilla Ahumada con Salmón (12€). Nosotras nos pedimos esta última y os podemos decir que estaba deliciosa. La carta acoge otras propuestas que incluyen influencias de otros lugares del mundo como El Ssam de Oreja Thai crujiente con Nam Prik (4,4€), las Brochetas de Cordero con tahini, sumac y pan hojaldrado (16€), y algunas especialmente sanas y apetecibles como la Ensalada de remolacha asada con queso azul, peras y nueces caramelizadas (13€) o El Timbal de Alcachofas con tomates semi secos, almendras y cebolla morada (13€). Por supuesto, no podían faltar las tablas de embutidos y quesos. Nosotras nos decidimos por una mixta (17€) que maridaba fabulosamente con el vino que nos pedimos. El vino es otro de los puntos fuertes del local, en el que encontramos sus paredes repletas de botellas listas para consumir en el momento o para ser llevadas a casas.

La atención excelente, el ambiente muy agradable, la comida muy rica. Un lugar perfecto para pasar una velada agradable de vinito y picoteo.