Cuando hablamos de comida china solemos hacerlo metiendo todo en un mismo saco, como si fuera una gastronomía única donde los reyes son el arroz tres delicias, los rollitos y el pollo con almendras. Pero de la misma forma que nos desespera oír hablar a los extranjeros de la cocina española como si estuviéramos todo el día comiendo paella, no tiene sentido reducir la cocina china a unos cuantos platos comunes. De hecho, podríamos decir que esta cocina es una de las más ricas del mundo debido a la antigua tradición culinaria del país y cambia bastante según en qué zona nos encontremos, lo que por otro lado tiene bastante sentido en un país de tal extensión.
De manera general diremos que en el norte nos encontramos unos alimentos más sencillos, con menos verduras y el trigo como base, en la China occidental la dieta es Halal con el cordero como carne principal, en la China central los platos son generalmente picantes y con abundantes condimentos, en el este suelen ser más dulces y ligeros y en el sur se caracterizan por los sabores amargos. En cualquier caso, la cantidad de variantes regionales de la cocina China es tan extensa que no podemos desglosarla aquí, pero como muestra curiosa os dejamos un mapa donde se pueden visualizar las ocho regiones más importantes de su gastronomía.
Hoy nos fijamos en una de esas regiones, Sichuan, que ofrece una gastronomía típica de la región de China central caracterizada por ser caliente, picante y con condimentos fuertes. Concretamente la cocina de Sichuan es conocida por sus sabores profundos y ricos, y especialmente por el sabor de la pimienta de Sichuan que es raro en comida de otras regiones.
Y para degustar esta maravillosa comida apta para valientes fuimos a Sichuan Kitchen (川百味), un sencillo restaurante, sin pretensiones pero con una deliciosa comida situado detrás de Plaza de España. Este restaurante viene del antiguo “Taste of Sichuan” en Usera, un local un poco destartalado pero famoso por su cocina típica, que tras cerrar en 2021, reabrió sus puertas en espacio mucho más moderno y amplio y con una decoración más cuidada en la calle Maestro Guerrero nº 4. Se mejoró el espacio, se cambió el nombre, pero la esencia de platos recogidos en la misma carta del antiguo local, se mantiene inalterable.
El plato estrella de la casa es el Wan tun con o sin picante.
El plato estrella del restaurante es la sopa de Wan tun (pasta rellena de carne y verduras) que se puede pedir con picante o sin picante. Por supuesto esta fue nuestra primera elección. A nosotros nos gusta el picante sin llegar a ser fanáticos, y como os imagináis en este local hay que andarse con un poco de cuidado si no se está muy acostumbrado, pero la buena noticia es que los platos se pueden pedir con “un poco” de picante, adaptando así la preparación al paladar de cada uno. Quizás no sea lo más auténtico, pero esta opción nos permite disfrutar del sabor tradicional aunque sea un poco más descafeinado. El wan tun nos encantó, lo habíamos probado otras veces, pero nunca en sopa y esta forma de prepararlo nos pareció especialmente sabrosa.
Además del Wan tun picante (6,80 €) pedimos Tallarines de Sichuan (5,50 €), Pollo estilo Chong Qing (8,80 €) y unas Xiao Giao (6€), que son unas gyozas o empanadillas chinas. Todo estaba riquísimo. Además de Wan tun, destacamos como especialmente buenos los tallarines. Quizás lo que menos nos llamó la atención fue el pollo, trufado de guindillas, aunque luego no resultaba tan picante como cabía esperar.
En resumen, Sichuan Kitchen ofrece una cocina que recoge los platos típicos de la zona, cocinados de manera deliciosa, con un precio más que razonable y con una atención excelente. La próxima vez nos queda atrevernos con los platos de casquería que son habituales en esta cocina y que están disponibles en la carta: intestino, riñones, hígado, oreja o ensalada de tendones. No sabemos si hace falta ser más valiente para probar estos platos o el picante sichuanés ¿Vosotros qué pensáis?
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