Qué le vamos hacer, tenemos que asumir que le seguimos dando al alpiste, y la suerte de vivir en una ciudad como Madrid es que las opciones para hacerlo con elegancia, son infinitas. Después de nuestro primer post con algunas recomendaciones donde tomar unos ricos y divertidos cócteles, en esta parte dos completamos la selección con otros locales, quizás no tan conocidos, pero de ambiente inigualable.
Perfectos para una velada íntima, para una noche de debates filosóficos o confesiones, o para sorprender a alguien, son bares con luces íntimas, muchos terciopelo y por supuesto una carta de brebajes de colorines que se suben rápidamente a la cabeza. Aquí os las dejamos:
Jose Alfredo Bar
Un local con solera entre la Plaza de Soledad Torres Acosta (Plaza de la Luna para muchas) y Gran Vía. La estética es un rollo un poco retro a lo David Lynch con mucho terciopelo, espejos, luces íntimas y mesas bajitas y, nos encanta. Perfecto para tomar un cóctel en un ambiente relajado con un toque elegante. Como curiosidad os diremos que en su anterior versión este establecimiento estaba liderado por Mastretta y su carta de cócteles fue obra de un miembro del grupo Marlango. Pero la vida en la ciudad continúa y ahora, aunque el bar mantiene su ambiente, es regentado por otras gentes que han renovado también el carta. Nos ofrece una selección de excelentes bebidas entre 10 y 12 euros.
Loa Bar Hawaiano
Plaza de Santa Ana, 13, Madrid
Otro mítico de Madrid que nos transporta a Hawai en mitad de la Plaza de Santa Ana. Perfecto para pasar un rato divertido en sus salas acogedoras y situadas en las galerías subterráneas con la que todavía cuentan muchos de los locales de la zona centro de la ciudad. Toda la decoración y, por supuesto, los cócteles están inspirados en la isla del Pacífico y pensados para trasladaros a la tropicalidad más absoluta: Aloha, Piña Paraíso, Diosa de la Fertilidad… Pero su mítico imprescindible es el Volcán Loa, hecho a base de distintos zumos de frutas con un toque de ron y servido en un impresionante volcán con bengalas, completa el ambiente kitsch y un tanto surrealista del local. Os aconsejamos que no dejéis de probarlo por lo menos una vez.
Love Company 1969
Este establecimiento pertenece a los propietarios de Bad Company 1920 que ya reseñábamos en nuestro anterior post. Si el primero recreaba un local ilegal en la época de la Ley Seca, en este caso toda la decoración y la carta se inspira en la psicodelia, el hippismo y el buen rollo de finales de los 60.
Este bar se ha currado la decoración: una furgo Volkswagen incrustada en la pared, colorines y flores por todos lados, una carta que simula un vinilo, y unos cócteles presentados de manera tan original como los de su hermano mayor. Además ofrece picoteo para acompañar (cosa que se agradece cuando le estas dando tanto alcohol al body). Es amplio y cuenta con dos plantas por lo que es perfecto para grupos. Por todos estos motivos os lo recomendamos. Paz, amor, música, cocktails y American food.
Y hasta aquí nuestras recomendaciones de hoy. Seguiremos esforzándonos y probando más brebajes para poder descubrir sitios nuevos para cuando os apetezca un plan más especial, ya sabéis que estamos comprometidas con la causa y con vosotras, lectoras.
Y, por supuesto, aceptamos sugerencias.