Escapando del calor en un Cibeles de cine

¿Hay algo más apetecible cuando hace mucho frío que meterse en un cine a la luz de la pantalla arrebujados en una cómoda butaca a ver una buena peli? Pues sí, ir al cine al aire libre en mitad del tórrido verano para disfrutar del fresquito nocturno y celebrar con uno de los clásicos de ahora y siempre, palomita y refresco en mano. Pero seamos sinceros, entre ola y ola de calor ya es cada vez menos frecuente que la noche nos dé un respiro y, a pesar de que el sol se esconda, seguimos padeciendo ese bochorno insufrible que no nos deja parar quietos.

Por eso, hoy os traemos una alternativa bien interesante, a medio camino entre un cine exterior e interior, situado en una ubicación incomparable y con una selección de pelis para todos los gustos: Cibeles de cine.

El ciclo se aloja en el Patio del Palacio de Cibeles, ahora Centro cultural de redundante nombre (Centro Centro), otrora central de distribución de Correos, telégrafos y teléfonos (función con la que se proyectó en 1907 bajo la denominación de Palacio de Comunicaciones), y, sede del Ayuntamiento de Madrid, desde que se movió de la Plaza de la Villa en 2007. Este maravilloso edificio es obra del arquitecto Antonio Palacios, que diseñó y construyó en su reconocible estilo otras importantes obras en Madrid como el Círculo de Bellas Artes o el Hospital de Jornaleros de Maudes. El Palacio de Cibeles es uno de los primeros  y más representativos ejemplos de arquitectura modernista española erigidos en el centro de Madrid,​ con su fachada de evocaciones neoplaterescas y barroco salmantino.

La Galería de cristal del Palacio de Cibeles es una alternativa a medio camino entre un cine exterior e interior, situado en una ubicación incomparable y con una selección de pelis para todos los gustos.

El espacio en el que tiene lugar el ciclo es la Galería de cristal, un pasaje entre los edificios que fue techado entre los años 2008 y 2009, con una cubierta transparente en forma de malla triangular de casi 3000 m2 que está entre los récords de cubiertas de vidrio de una sola capa de este estilo. La galería se ha acondicionado de forma muy agradable, con una zona de pantalla y sillas y otra de mesas donde se puede disfrutar de una oferta de bebida y comida típica de los cines de verano con perritos, pizzas, palomitas y alguna que otra fineza como humus o tabla de quesos. Lógicamente no esperéis ninguna maravilla en cuanto a calidad pero no es desmedidamente caro como suele pasar en estos espacios. 

El ciclo que ha preparado mk2, organizadores de otras actividades a las que hemos ido como el Maratón de Nicolas Cage o el ciclo Sound and Visión, nos ofrece una película diferente cada día durante los meses de julio y agosto, con un repertorio en el que caben los clasiquísimos del cine,  los éxitos recientes, una variada oferta familiar para los fines de semana y… “La Princesa Prometida”, que (aún siendo un peliculón) empezamos a pensar que debe estar en oferta, porque no es normal que rellene tantas carteleras de este estilo.

Por nuestra parte disfrutamos de la delicia francesa “Al final de la escapada” (1960), un loco poema visual de Jean-Luc Godard y François Truffaut, considerado clave en el despertar de la Nouvelle Vague. La historia nos muestra a Michel Poiccard (Jean-Paul Belmondo), un buscavidas admirador de Bogart, que tras cometer un crimen, persigue a su amada Patricia, una americana residente en París aspirante a escritora. Durante toda la cinta los protagonistas danzan entre ellos y con la ciudad, escapando de las pesquisas policiales, en un París que acompaña las ideas de venidas de los amantes destinadas irremediablemente a acabar en tragedia.

Curioso el sistema de cascos individuales que evita el rebote de la acústica y que hace que cada uno pueda disfrutar de la peli al volumen que prefiera. En conclusión, ya sea para poneros intelectuales y disfrutar de un clásico francés o para ir con la familia a ver una comedia, os recomendamos pasaros por el Ayuntamiento a disfrutar de este ciclo de cine veraniego y ver una peli bajo las estrellas sin sufrir las inclemencias del tiempo. Eso sí, os advertimos que el culo se os quedará un poco plano y el cuello un poco tieso, pero quién espera lujo y comodidad no está hecho para el cine de verano. 

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