Si alguien menciona la palabra «góspel» todas nos imaginamos un coro evangélico en una iglesia de Estados Unidos que se llena de ritmo con la profundidad de las voces negras y el movimiento de los cuerpos en celebración, aplaudiendo y pisando al compás de la música.

Efectivamente, la música góspel es la música religiosa estadounidense que surgió de las cientos de iglesias pentecostales, protestantes y evangélicas afroamericanas en el siglo XVIII y que se hizo muy popular durante la década de 1930. La música góspel nace de la tradición de los «espirituales negros», arraigados en el sufrimiento de generaciones de esclavos africanos que fueron arrancados de su tierra y deportados a los países de América. Estos inmigrantes forzosos trajeron consigo un estilo musical propio y una vida comunitaria basada en la música y el baile. Desde sus inicios y hasta hoy, este género ha pasado por una gran evolución, con subgéneros como gospel sureño, gospel blues o gospel latino entre otros, además de una expansión internacional.

Muchas de las grandes voces negras, salieron de esos contextos religiosos que luego abandonaron en mayor o menor medida para triunfar en circuitos y estilos más comerciales. Figuras como Whitney Houston o Ray Charles, y sobre todo, la Reina del Alma, la gran Aretha Franklin.  Ella creció en Movimiento por los Derechos Civiles y cantando en su iglesia local, que su padre presidió como pastor. Después de triunfar en el mundo de la música y lanzar varios discos, en 1972 Aretha volvió a sus orígenes, para grabar lo que se convertiría en su álbum más vendido en la Iglesia Bautista Misionera New Temple en Watts, en Los Ángeles. Sin embargo, los vídeos de las sesiones nunca se editaron y acabaron en el olvido. En 2008 se recuperó el material audiovisual y bajo la dirección de Alan Elliott y Sydney Pollack se produjo un documental con el mismo título del disco: «Amazing Grace» 

Y toda esta introducción es para contaros que en los mk2 cines Paz nos fuimos a una programación de gospel que contaba con una doble oferta que no podía estar más entonada: actuación del coro Soulful voices y proyección de Amazing Grace.

Soulful Voices es un proyecto dirigido por la portentosa voz de Ana Santa (sí, aunque todos lo preguntamos, el apellido no tiene nada que ver con la dedicación artística, es pura serendipia de la vida), que en esta ocasión guió tanto al coro como al público para que cantáramos, diéramos palmas y nos moviéramos (dentro de las posibilidades de las butacas del cine), al son de las armoniosas voces de este conjunto. Más allá de transportarnos religiosamente, (no es para nada intención del coro que desvincula su interpretación de temas religiosos para simplemente hablarnos de sentimientos comunes a todos los mortales), la actuación nos hizo pasar un buen rato y emocionarnos. Sentimos la fuerza y alegría del grupo, a lo que contribuyeron (no lo negaremos) las cervezas Victoria que nos regalaron con la entrada.

Tras el pequeño concierto y con un ambiente distendido por la música y las cervezas, se dio paso a la proyección de la película que nos traslada a las dos sesiones de grabación de Amazing Grace que tuvieron lugar en los setenta. La Iglesia bautista llena de fieles y fans en las que fueron grabadas, nos transporta de manera genuina a un ambiente en el que Aretha despliega todo su talento para su comunidad y seres queridos. La película nos presenta las canciones del álbum, entonadas por una Aretha inspirada, con apariciones de su padre, algunas figuras queridas para ella y algún atisbo como quien no quiere la cosa de una superstar que se cuela entre las caras del fondo del público (no vamos a desvelar quién, para saberlo habrá que ver la peli). Dos horas y media después de haber entrado, salimos del cine satisfechas, con ganas de cantar y mover el esqueleto, y con la impresión de haber invertido bien la tarde del jueves.

Esta programación forma parte de las sesiones Sound & Vision que una vez al mes nos ofrecen doble programación con peli y actuación en directo. Perfecto para ir al cine de otra manera.