El imparcial, un espacio con valor cultural

Madrid está lleno de edificios históricos que ya no son lo que fueron. Oficios que han ido desapareciendo, negocios que se arruinaron o cambios de dueños hacen que se vayan borrando los recuerdos e historias de los negocios míticos de Madrid antiguo. Sin embargo, en algunos casos, los propietarios que rehabilitan el inmueble quieren rendir un pequeño homenaje, hacer un guiño a las historias que vieron las viejas paredes y los altos techos de los edificios céntricos de Madrid. Este es el caso del restaurante El Imparcial.

El Imparcial es un espacio de actividad hostelera y cultural alojado en un palacete en la Calle Duque de Alba de Madrid, que entre 1913 y 1933 albergó la redacción del periódico del mismo nombre. Considerado como el periódico más influyente en España en el último tercio del siglo diecinueve y primeros años del veinte, El Imparcial fue fundado por Eduardo Gasset y Artim, y en las páginas de su suplemento cultural Los lunes escribieron figuras como Emilia Pardo Bazán, Valle Inclán, Unamuno o Jacinto Benavente entre muchos otros. Tras cerrar sus puertas, el inmueble pasó a ser el cine Alba y después en los 80 una sala X. Este edificio ha sobrevivido a los diferentes intentos de demolición, gracias a la familia propietaria que siempre ha defendido su valor cultural. El Imparcial de hoy recupera el espacio con esa vocación.

Conforme entramos, en la planta baja nos encontramos una librería y tienda de diseño, Espacio i, perfecta para entretenernos y comprar algún capricho antes de dirigirnos hacia la imponente y magnífica escalera que nos conducirá a la planta superior en la que se encuentra el restaurante. 

Tras situarnos en una de las bonitas mesas junto a la ventana y pedir un vino blanco fresco, pusimos a degustar algunos platos de la carta en tan acogedor entorno. Comenzamos con unas Croquetas de cecina, queso payoyo y espinacas (10€) que estaban muy sabrosas; para después continuar con un Brioche de costilla a baja temperatura con chilly garlic y huevo de codorniz (13,70 €) y Pulpo a la brasa con pimientos del padrón (25€). El brioche estaba muy tierno y la carne muy jugosa, aunque la cantidad quizás un poco escasa y el pulpo correcto. De postre tomamos una Crème brûlée caramelizada con frutos rojos /7,50€) y una Tarta rota de chocolate con espuma de crema inglesa (8,00 €), los dos bastante ricos. 

La reforma del edificio firmada por Madrid in Love quiso mantener muchos de los elementos originales de este magnífico palacete, desde el bonito dibujo de la madera del suelo pasando por las ventanas y contraventanas y las molduras del techo. Esta intención por recuperar la tradición conjugada con los materiales más actuales como las paredes de espejo y la cuidada iluminación, hacen que la sala del restaurante, sea uno de los lugares más bonitos y románticos para cenar hoy en Madrid.

Conclusión: El Imparcial nos parece el lugar perfecto para tener una cena más que agradable. Para completar el plan os proponemos que antes hagáis una visita a la Sala Equis, otro espacio de la misma calle, que hace un pequeño homenaje, de forma algo más gamberra, a su historia, y ofrece una variada e interesante programación de actividades relacionadas con el cine y la poesía. Plan de finde perfecto. 

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