Prostíbulo poético, un encuentro íntimo en la Sala Equis

«La poesía son palabras que atraviesan y desnudan nuestra alma» susurraba sensualmente Aire en mi oído, mientras yo cerraba mis ojos y compraba sus servicios poéticos a cambio de la ficha de póker que gané a los dados… y no, no nos estamos inventando nada, porque en “Prostíbulo poético” las cosas son como esperas, pero no como las imaginas.

Según la Wikipedia (el oráculo de nuestra época, con permiso de Twitter), la poesía es un género literario considerado como una manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa. Sin embargo, nosotras somos de la opinión que intentar definir la poesía es uno de los actos más fútiles e inermes que existe. Desde el sentimiento más profundo que hayamos experimentado, hasta la rima más infantil y agradable que nos venga a la cabeza, la poesía se encarga de dar forma a las emociones que trascienden las palabras.

Intentando encontrar ese lugar donde “nada importa”, los burdeles de principios del siglo XX, se convirtieron en refugio (o escape) de todos aquellos artistas marginados y adictos, en su descenso a la autodestrucción. Inspirados en estos singulares espacios, un jueves de cada mes, en la “Sala Equis” de Madrid, “Madame Taxi” nos espera, en este caso, ante el “ascenso” a la glorificación de la palabra. Una vez allí y, ya de la mano de nuestra anfitriona, tras una breve y metafórica presentación de la que no desvelaremos mucho, las pu(e)tas (tal y como se definen a si mismas) fueron apareciendo de forma sensual y provocativa, presentando los versos que definirían su noche y su compañía. Y así, tras abroncar a todo aquel que llegó tarde (cosa que desde aquí agradecemos, porque ya les vale…) la Madame nos invitó a acompañarla a la sala donde el verdadero espectáculo da comienzo: El ambigú. Un lugar donde los dados deciden el precio de los servicios, el tintineo de las copas de vino corta el sonido de los versos y donde todo es posible al cerrar los ojos y dejarte llevar al lugar donde tu pu(e)ta quiera conducirte.


El “Prostíbulo Poético” fue creado hace (no mucho) más de una década por “The Poetry Society of New York” como una forma de promover la poesía y atraer a nuevas personas/mundos hacia ella. Tras esta idea, el prostíbulo fue abriéndose camino en diferentes países y ciudades, como forma de expresión y/o escape de todo aquel que ama este género literario, encontrando sedes oficiales en diferentes puntos del planeta. Siempre abierto a nuevas incorporaciones, su elenco de pu(e)tas aumenta cada día con nuevas adhesiones y becarias (nombre aún en construcción) que aportan el grado de frescura que un lugar como este necesita. Porque la poesía, como el buen sexo, se reconoce rápido o se olvida pronto.

Aunque lleve cuatro años en Madrid, “Prostíbulo Poético” se ha convertido en un pequeño oasis de resistencia ante la pandemia. Un lugar donde poetisas y artistas comparten sus obras delante de todo aquel que necesite encontrar belleza y cariño a través de sus actuaciones, o de una imprescindible “Hot-Line” que ha sacado a más de una (y dos) de esos lugares oscuros de nuestra alma que necesitan ser iluminados. Además del show, “Prostíbulo Poético”, ofrece cursos de escritura de diferente índole, sus poemarios mensuales y un curioso club en el que, con la inestimable colaboración de Erika Lust, nos llevarán hasta unos siempre interesantes lugares de placer.

Y no se nos ocurre mejor maridaje para acoger este encuentro íntimo que La Sala Equis.

El último cine X de Madrid cerró sus puertas en 2015 y tras unos años de inactividad, ha pasado a convertirse en un proyecto que no niega sus orígenes sino que los actualiza bajo la propuesta de un espacio cultural contemporáneo que ofrece proyecciones alternativas y una interesante agenda de eventos, conciertos y recitales, en pleno Tirso de Molina. Manteniendo su distribución original, la reforma del local ha conseguido generar tres espacios en los que dividir su actividad, pero sin perder la esencia que consiguen los posters de las películas x del momento y una decoración que tiene como protagonista el terciopelo rojo, los neones y las guirnaldas de plantas, que dotan al conjunto de un ambiente de maravillosa y decadente sordidez, que nos recuerda a los locales berlineses.

Conclusión: Tanto si os gusta la poesía como si lo que queréis es vivir una noche especial, invitadas quedáis al Prostíbulo poético, un espacio de resistencia íntima, donde, como dice Madame Taxi, lo vulnerable brilla y se glorifica cada noche.

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