Tacos, enchiladas, flautas, chilaquiles, tingas y totopos … nos encanta la sonoridad, el color y, sobre todo, el sabor de la comida mexicana. Así que, cuando hace pocas semanas abrieron un nuevo local mexicano en la Calle del Pez, teníamos muy claro que a la primera oportunidad había que probarlo. 

Lo primero que llama la atención del restaurante es la decoración. Su escaparate está ocupado por dos esculturas blancas de buen tamaño que representan sendas vírgenes en estado de oración, en pie sobre nubes y con rayos saliendo de su espalda. Estas figuras, que compartimos en la tradición religiosa española y mexicana como sucede con la famosa Virgen de Guadalupe, en este escaparate han quedado como un icono pop, que desde luego, pueden gustar o no, pero no dejan indiferente. Dentro del local las paredes están decoradas con cuadros de imaginería religiosa con dorados y colores saturados en un estilo entre mexicano y kitsch. El nombre del local, la Zanta, Mexican & Wild, va en consonancia.

Como íbamos con ánimo festivo, teníamos claro que queríamos abrir boca con un margarita bien fresquito. En la carta ofrecen una selección de diversos tipos pero nosotras nos decantamos por el clásico. Al preguntar por los tequilas nos dijeron que el cóctel iba preparado con José Cuervo. Permitidnos aquí introducir en forma de paréntesis un consejo que solo quiere velar por vuestro bienestar y sortear las resacas terribles e innecesarias: ¡cuidado con el tequila que tomáis!, aseguraros de que sea siempre 100% de agave azul. El buen tequila tiene que ser un destilado que provenga totalmente de agave azul, la planta que se macera para conseguir el azúcar que una vez fermentado dará el licor. Hay muchos tequilas que no son de buena calidad, y suelen mezclar el azúcar de agave con otros como el de caña, más baratos. José Cuervo tiene una amplia selección de tequilas, muchos de ellos excelentes, pero el que estamos acostumbrados a encontrar en los bares en España (Tequila Blanco José Cuervo Especial), no es puro. La mezcla de azúcares es la causante de las famosas y temidas resacas de este aguardiente, que cuando se toma de buena calidad, sienta mucho mejor de lo que estamos acostumbrados.

Una vez pertrechados con nuestro rico cóctel y viendo la carta de comida, nos costó decidirnos, pero finalmente optamos por tomar de primero unos chilaquiles (11,50 €) y unas flautas de pollo (10,50 €) y cómo no, probar un par de tacos diferentes. Los chilaquiles eran una versión bastante original que incluía chorizo. Las flautas de pollo también estaban muy ricas, crujientes y bañadas en una salsa que nos supo a gloria. Para probar los tacos, pedimos un plato de carnitas y otro de pastor. Los dos también son muy buenos, y aunque solo vienen dos unidades, están cargadas generosamente. Esta vez y faltando a nuestro deber, (pedimos disculpas, queridas lectoras), no pedimos postre, pero pendiente queda para otro día probar la tarta tres leches que nos ofrecieron.

En conclusión: En este nuevo local, se nota que están empezando y se esfuerzan porque estés a gusto, poniendole ilusión y cariño. A nosotras nos encantó la comida y la atención. Y también nos pareció un precio asequible con una cuenta final de 56,60 € para dos personas.