La Bobia es un amplio restaurante que se encuentra en la zona de La Latina (Calle San Millán 3, Madrid) y que os recomendamos si os gustan los platos asturianos tradicionales y cuidados. La carta cuenta con una amplia selección que recoge los básicos imprescindibles de la gastronomía asturiana preparados en su forma clásica: fabada, cachopo, patatas al cabrales, chorizo a la sidra… y los amplía con una variedad de opciones con toques un poco más actuales como el gazpacho de manzana, hamburguesa de carne de vacuno astur o la ensalada con queso de cabra y anchoas entre otros; eso sí, remata de manera incomprensible incluyendo el tartar de salmón con aguacate, plato de moda sin el que parece que no le dan la licencia de apertura a los negocios de hostelería en esta ciudad.

La decoración del local es bastante agradable y acogedora, es un estilo industrial chic que utiliza elementos artesanales como barriles y botellas de sidra para crear ambientes y separaciones entre las mesas. La Bobia abrió en los años 30 como una “cervecería con precios corrientes”, y durante los 70 fue uno de los núcleos de reunión de La movida madrileña. En el año 1991 cerró y tras pasar por varias manos, terminó siendo propiedad de La Fábrica, un grupo empresarial que cuenta con 10 restaurantes de diferentes estilos en Madrid (Madrid centro, Alcobendas, La Gavia y Leganés) y que decidió recuperar su nombre (si os interesa saber un poco más de la historia de este local, podéis consultar el artículo publicado por nuestros queridos amigos de Antiguos Cafés de Madrid que relata los periplos y vicisitudes sufridos por este negocio durante sus casi 100 años de andadura). 

Pero al lío, os contamos nuestra experiencia allí. En nuestro caso fuimos a comer un lunes (hicimos una escapadita con motivo celebratorio) por lo que había menú. Es una buena opción que ofrece el local entre semana y que abarca una selección de platos de la carta, más bebida y postre por 14,90 €. Pero nosotros decidimos pedir un picoteo que consistió en unas patatas al cabrales (6,50 €), unos huevos fritos con picadillo de matanza y patatas (10 €), una empanada de carne (5 €) y una selección de quesos astures (14,50 €). 

Las patatas estaban como debe de ser, crujientitas por fuera y esponjositas por dentro, la salsa cabrales con su sabor y densidad justa, no como esas que a veces parecen nata con un perfumado de cabrales. Servidas en una fuentecita de metal con asas, es un buen tamaño para dos. La empanada muy rica, la carne fuerte, tipo adobada y el hojaldre muy fino, no era de estos con muchas capas, sino que estaba formado por una lámina delgadita arriba y otra abajo que casi se te deshacía en la boca. Los huevos con matanza también estaban muy buenos, con una base de patatas fritas alargadas y gran cantidad de picadillo. Como veis todo nos pareció excelente, pero eso sí, la combinación de las tres cosas acaba juntando sabores bastante fuertes, por lo que hay que regar bien con bebida. 

Pedimos la tabla de quesos para que nos la trajeran al final, a veces nos gusta como postre para disfrutarla tranquilamente con una copa de vino alargando el final de la comida. Trae cuatro variedades de quesos: Los beyos, un queso astur de ubicación geográfica protegida, de color amarillo fuerte es bastante cremoso y suave; un ahumado de Pria, mantecoso y de sabor suave, al que no se le nota demasiado el sabor a humo aunque sí le da un ligero toque que lo hace más especial. Y dos azules: un Cabrales, no podía faltar el más famoso de los quesos de la región, y un La peral, más suave y menos picantón que su primo conocido pero muy rico. La tabla es bastante grande por lo que no la pudimos acabar y se ofrecieron muy amablemente a ponérnosla para llevar. 

Precio final, incluyendo los 4 platos y dos bebidas (un doble de Paulaner y una copa de Rivera): 44,60 €.

Conclusión: Un servicio atento y encantador, un ambiente agradable y una comida rica y potente con opción de menú a buen precio. Si vas de moderno, pero tienes alma y estómago de pueblo, este es tu sitio. 

Nota: Nos queda pendiente volver y probar los platos estrella, estos son por supuesto, la fabada y el cachopo. Intentaremos que sea en breve para poder compartir con vosotros el banquete que esperamos que sea.