Malasaña es un barrio de Madrid sometido a las idas y venidas de las constantes modas gastronómicas. Desde los muffins, las cookies y los rollos de canela, pasando por los baos y los helados con toppings loquísimos, hasta los gofres dulce-salados, en el barrio van abriendo y cerrando a ritmo constante comercios que siguen las olas dictadas por el último berrido de cada momento. Entre todas ellas, hace tiempo ya pegó una que parece que, una vez pasado el hype, sigue resistiendo con un par de locales que ofrecen una buena opción para una cena sana y rica y de la que queremos contaros un poco más: los humus y los falafels.
Tanto el humus como el falafel son dos platos de Oriente Medio que tienen como base el garbanzo. ¿La diferencia básica? El humus es en formato crema, y el falafel en forma de croqueta. Son dos alimentos consumidos por veganos y vegetarianos de forma habitual y a nosotras nos encantan los dos. Aunque habitualmente se pueden encontrar en muchos lugares, sobre todo en los típicos kebabs de comida rápida que hay por todos los sitios, hoy os queremos recomendar dos locales que llevan estas recetas a otro nivel de calidad y sabor.
El primero de ellos es La Falafelería, de la que podéis encontrar locales en Malasaña, Lavapiés y La Latina. Nosotras nos acercamos a probar la de la Calle Santa Bárbara en Malasaña y salimos bastante satisfechas. Ofrecen tanto el formato pita, en el que se puede meter dentro de pan recién horneado el falafel, pero también hummus artesano, la ensalada que más te guste, tahini, amba, sjug… O el formato bowl, que viene con una base de magadara (un arroz con lentejas muy típico en Oriente Medio), hummus artesanal, la ensalada que quieras, tahini, amba y la cantidad de sjug que elijas. Entre las opciones disponibles están los bowls de falafel, de berenjenas y huevo, de shawarma de setas o de crunchy coliflor. Por supuesto, también se puede pedir simplemente un plato de falafel o de humus, y patatas fritas.
Nosotras decidimos probar la especialidad de la casa y además pedimos un bowl de crunchy coliflor para compartir, y la verdad que nos encantó. Para beber, dos limonadas caseras fresquitas que es de lo mejor que se puede tomar con estos calores. El precio, más o menos razonable, las pitas entre los 8 y los 9 euros, los bowls entre los 9 y los 10. La limonada a 3,80 €. Sano, fresco, rico y no excesivamente caro.
El segundo de los locales sigue con la tónica del título descriptivo para que no haya lugar a confusiones. Se trata de La Hummuseria y está situado bien cerquita del primero, en la Calle Hernán Cortés del barrio de Malasaña. Además de ofrecer lo que su nombre promete, tiene una carta más amplia basada en comida vegetariana de Oriente Medio que incluye muchas verduras frescas y especias.
En nuestro caso decidimos compartir dos platos: Shakshuka (11,90€), unos huevos escalfados en salsa, tunecina, tahini, un toque de picante y pan de pita. Y Maklouba (13.90 €) (que significa literalmente “al revés”) es un arroz aromático con coliflor, berenjena, cebolla, patata, perejil, cilantro, almendras y limón. Servido con nuestra mermelada casera de pera (clavo, anís estrellado, canela) y salsa de tahini.Nos gustó bastante más el primero porque para nosotras en el arroz el toque de anís estrellado era excesivo. Como véis los precios aquí son un pelín más caros, pero también los platos son más elaborados. Para beber, igual que en el anterior elegimos la opción de limonada casera, igual de precio pero más abundante, porque sirven una jarrita individual para cada una, que nos dio para rellenar un vaso grande un par de veces.
Y hasta aquí nuestra recomendación para tener opciones disponibles, el típico día que te apetece cenar fuera pero sin excesos, disfrutando de una comida rica, sana y fresca. Contadnos qué os parece si lo probáis.