No sabemos si os habéis dado cuenta, pero… ha vuelto el verano. Y tal vez sea por el sofocante calor, por las maravillosas noches toledanas o por los pocos que quedamos por el foro, pero es momento de otro de nuestras maravillosas comparativas alimenticias que nadie pidió y en las que nadie había caído. Hoy… La guerra de las empanadas argentinas (o cómo hacer un post mientras pasas el día en la piscina). 

Sí, hoy estamos a remojo, o se intenta, porque hemos venido a las Piscinas Naturales Las Berceas, en Cercedilla. Un lugar idílico, con unas vistas espectaculares de la sierra de Guadarrama y uno de esos sitios en los que hay que tener mucho valor para bañarse, porque el agua está congelada. Pese a ello y pese al pitote que es llegar y aparcar (mejor ir en Cercanías y luego coger uno de los autobuses que suben hasta este lugar) estas piscinas son una excusa perfecta para pasar un día fuera del caluroso Madrid, hacer alguna rutita por la montaña y salir un poco del mundanal ruido de la ciudad (Ahí tenéis nuestra primera recomendación del día).

Pero obviamente, para pasar un día fuera de casa hay que llevar agua y comida. Si no nos apetece hacernos un buen bocadillo, el pasado año hicimos una comparativa sobre los dos sándwiches más conocidos de Madrid, pero este año nos hemos puesto “internacionales” y hemos decidido comparar tres de los nuevos bocados de moda: las empanadas argentinas. Y es que la proliferación de estos hornos está empezando a quitar terreno a las tiendas de muffins y compite mano a mano con los de Smoothies. Los lugares elegidos para esta batalla están en un radio de 500m en pleno centro de Malasaña y son: 

• Graciana Empanadas Argentinas: en la calle del Noviciado 9. Desde 2014 haciendo las “Gracianas”. 

• Pastelería Argentina Quequén: en la calle de San Bernardo 59. Delicias artesanales “hechas como en casa”.

• Empanadas Malvón: en la calle del Pez 36. Te acompañamos en tus momentos más importantes.

Para el estudio pedimos tres empanadas, lo más parecidas posibles entre sí y, obviamente, nos las tomamos a temperatura ambiente. ¿Perdimos cierta magia? Tal vez, pero la idea es ver cuál era la mejor para un improvisado día en la piscina.

“Este año nos hemos puesto internacionales y hemos decidido comparar tres de los nuevos bocados de moda: las empanadas argentinas.”

Lo primero que hay que decir, y es lo más obvio, es que las empanadas de Malvón tienen el nombre de la susodicha grabado en la masa, mientras que las otras dos opciones son más tradicionales y hay que observarlas o probarlas para recordar de qué son. Podría ser un punto para Malvón, pero esto nos da (más) la impresión de ser empanadas poco artesanales, por lo que le daremos los puntos criollos a Graciana y Quequén.

Al ser un producto que ha de tomarse caliente, obviamente, el “packaging” suele consistir en una bolsa de papel (nos quitamos los puntos nosotras por haberlos tomado frías).

Nuestras contendientes fueron: ternera picante y queso, tomate y albahaca (que en Malvón tuvo que ser de tomate seco y provolone). 

En la primera opción nos encantó la de Graciana. Para empezar porque haciendo honor a su nombre, picaba. Estaba bastante jugosa, con la masa crujiente y nos encantó su sabor. En Segundo puesto pondríamos la de Quequén, aunque no picaba mucho y sabía más a pimentón/paprika. Y en tercer lugar la de Malvón, que tampoco picaba y (a nuestro parecer) tenía mucha masa. 

Tras el bañito y aclarar la boca con un tinto de verano del chiringuito de la piscina, probamos a nuestra segunda participante. En este caso Malvón recortó distancia con sus oponentes y propuso una empanada con una gran mezcla gracias al provolone y el tomate seco y empataría con Graciana, que tenía un sabor bastante más homogéneo, gracias a tener un relleno más mezclado. Pero el podio sería esta vez para Quequén, con una propuesta con pedacitos de tomate fresco y un buen trozo de queso.

Fuera de concurso decidimos sucumbir a nuestra locura consumista del día y probar la empanada de Smash Burguer de Malvón. Todo lo que tenemos que decir sobre el tema ya lo explicamos en nuestro artículo de ‘Los límites del sabor’, aunque se puede resumir con un: no juguemos a ser Dios.

Conclusión: desde que empezamos a hacer DCyC, nuestra máxima ha sido siempre disfrutar. Ir a los lugares que nos apetece y probar los sabores que más nos llaman la atención sin caer en las cuestiones de las modas, los trending topics y demás brilli-brillis. A veces se consigue más, otras veces menos, pero siempre intentamos (por principio) no ir a grandes cadenas a consumir productos hechos en masa. Dicho lo cual, nuestra predilección en esta batalla por la empanada veraniega 2023 estaría entre Graciana y Quequén… pero reconocemos que las empanadas de Malvón están bastante buenas (menos la Smash Burguer) y que, si bien no son productos para tomar fríos o del tiempo, calientes todas están buenísimas.

Dicho todo esto, lo único que podemos deciros es que os llevéis un buen bocata a la piscina y disfrutéis todo lo que podáis de los chapuzones veraniegos.