El brunch perfecto para Instagram. Salvador Bachiller.

El brunch. Esa palabreja que ya tenemos plenamente incorporada en nuestra vida y que nace de la fusión de los términos anglosajones “breakfast” y “lunch”. Básicamente, el brunch es lo que toda la vida hemos llamado “desayunar fuerte un fin de semana cuando te levantas tarde”, pero ahora revestido con un neologismo y bastante postureo lo que permite incrementar sustancialmente el precio de dicho desayuno. 

Como veis, no somos excesivamente fans del brunch, pero también es cierto, que para un día de fiesta en el que remoloneas en la cama y no tienes comida preparada, te soluciona la mañana. Así que el plan era paseíto por el centro de Madrid, disfrutando del solete tras las dos semanas de lluvias casi continuas, y ponernos hasta arriba con un brunch que nos quitara de en medio la logística de la comida. Y como estábamos muy navideñas y parece que lo propio de estas fechas es comer en sitios acogedores y llenos de lucecitas, decidimos acercarnos al restaurante de Salvador Bachiller en Gran Vía. 

Salvador Bachiller es una tienda que comenzó como una marca que comercializaba bolsos, maletas y mochilas, pero que hace unos años amplió su oferta hacia la decoración, el menaje del hogar y otras pichulerías varias y, sorprendentemente, hacia la restauración. Todas sus tiendas cuentan con un restaurante (o como dicen ellos en su web un “espacio gastronómico”) que destacan por ser megasinstagrameable. Engalanados con abundantes arreglos florales, plantas, y una profusa decoración en cristal y mimbre, estos locales recrean espacios que nos recuerdan a jardines de cuento. Ahora mismo la firma cuenta con cuatro locales en Madrid, cada uno dedicado a una forma de naturaleza domesticada diferente: Bloom, en Alberto Aguilera 54; El rincón secreto, en Alcalá 151; El jardín, en la Calle Montera 37; y El invernadero en Gran Vía 65. Aunque cada ambiente es diferente, la carta es la misma en todos ellos.

Nosotras nos decidimos por El invernadero. Como el plan fue improvisado, acudimos sin reservar (cosa últimamente peligrosa en Madrid), pero pronto nos atendieron y acomodaron en una amplia mesa. El menú del brunch recogía café + zumo (de tres tipos), un primero y un segundo a elegir (entre tres opciones cada uno), por un precio de 29 €. Como parecía bastante contundente decidimos combinarlo con un desayuno especial que consta de una tosta a elegir entre tres variedades y café o té, por 12 €. Nuestro pedido quedó de la siguiente manera: para el brunch, un zumo de naranja natural + café con leche + poke bowl de salmón + tortitas con frutos rojos; para el desayuno, una tosta de humus de remolacha con queso de cabra, miel y pistacho + café con leche. 

Lo trajeron todo bastante rápido y muy bonito presentado, como era de esperar. El poke de salmón no estaba mal, constaba de una selección de vegetales (pepino, edamame, cherry y aguacate) y salmón marinado sobre una cama de arroz blanco. El salmón estaba muy rico, pero el plato en general un poco soso, porque la verdad es que al final a los pokes les pasa como a los brunch, mucho ruido y pocas nueces. Son platos que nos entran más por la vista que por el gusto (esa es nuestra humilde opinión). La tosta estaba buena también, con un pan gordo tipo masa madre y bien cargada de humus, aguacate y queso de cabra. Quizás demasiado queso de cabra porque las rodajas, bien gordas, y el sabor eclipsaban a lo demás. Pero sin duda lo mejor fueron las tortitas, pequeñitas pero esponjosas y hasta arriba de mermelada y frutos rojos. Estaban deliciosas. 

Conclusión: un lugar perfecto casi más para hacerse fotos que para comer. Toda la decoración y la presentación muy cuidada, atención y comida correcta, quizás un poco cara para lo que es. Lo único que nos fastidió es que le añaden a todo ese toque “happy” de coach facilón al estilo Mr. wonderful, con carteles con mensajes motivacionales (“enjoy the moment”, “unplug”, “que te pasen cosas y todas sean bonitas”…) impresos con notitas en la cuenta y hasta en la pajita del zumo. Por nosotras esa parte es prescindible.

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