Los niños ochenteros nacimos al arrullo de la trilogía original de ‘La Guerra de las Galaxias’. Cintas VHS gastadas, que poníamos una y otra vez y nos acompañaban en las alegrías, las penas, la salud y (sobretodo) la enfermedad. Por eso, hace veinticinco años, un joven Yo hacía acopio de palomitas y se sentaba frente a una enorme pantalla, pensando que su camiseta de Jar Jar Binks era lo segundo más guay que vería aquel 1999.
No sé si lo sabéis pero uno de los últimos grandes estrenos con los que la humanidad se despidió del siglo XIX, se reestrena hoy en todo el mundo. La película que cambió de nombre a una trilogía y con uno de los títulos más largos de la historia vuelve para el deleite de los fans y como aperitivo de la nueva serie de Star Wars ‘The Acolyte’ que se estrena el 5 de junio en Disney+.
Veinticinco años han pasado desde el estreno que lo cambió todo. Para empezar, la saga se llamaba ‘La Guerra de las Galaxias’ y pasó a llamarse ‘Star Wars’. Nos empezamos a tomar en serio esto de los episodios, que hasta ese momento eran… una curiosidad. Aprendimos el significado de “precuelas” y descubrimos que un señor con barba (y mucho dinero) era capaz de hacer cosas tan bellas como la pelea de sables con Darth Maul y tan horribles como lo de los midiclorianos. Pero todo daba igual porque habían pasado dieciséis años desde la última aparición de nuestra galaxia favorita.
Las teles se llenaron de gente rarísima diciendo que eran “expertos en Star Wars” y hablando de ‘el viaje del héroe’. Los cines se empezaron a preparar para una futura conversión a algo llamado “cinematografía digital” y, de nuevo, comenzaron a aparecer todo tipo de artículos de merchandising en los que quedaba muy claro que era “Producto oficial Star Wars”. La gente pagaba por entrar al cine a ver el trailer y se salían sin ver la película. Y las productoras retrasaron sus estrenos en cartelera para no luchar contra los jedi.
“Oh Jar Jar, sabes que yo siempre te querré y no dejaré que te hagan daño” – El propietario de «La mazmorra del androide»
Da igual que la crítica pusiese a parir el ‘Episodio I’. Poco importa que Julia Roberts la arrasase en cartelera con ‘Notting Hill’. La ahora ‘Star Wars: Episodio 1’ nos devolvió a ese mundo que nos cuidó cuando estuvimos malos, a la música que aún nos pone la piel de gallina y a todas aquellas veces que nos hemos despedido diciendo “que la Fuerza esté contigo”. Y es que pese a haber sido vendida a esa maquinaria de hacer billetes que quiere cambiar el “+Plus” por el “+Plas”, y estrujar la galaxia hasta que el ‘Episodio 9’ no nos parezca lo peor que se ha hecho, ‘La Guerra de las Galaxias’ es y será una divertida saga de aventuras donde: un jovencito confuso nos dio esperanza, una princesa nos enseñó a ser fuertes y nos dimos cuenta que Harrison Ford corre raro.
Veinticinco años han pasado desde que la Federación de Comercio iniciará un bloqueo comercial en Naboo. Veinticinco años donde han pasado tantas y tantas cosas que, sin pasarse y sólo por el hecho de disfrutar, se agradece poder volver a recordar todas esas sensaciones que vivió aquel chavalito que se arrancaba a tirones la camiseta de Jar Jar Binks, mientras alucinaba con la carrera de vainas.
Por aquel, por el de hoy, por el/la de mañana… Que la Fuerza esté con todas.