Después de triunfar en el mundo de la música y lanzar varios discos, en 1972 Aretha Franklin volvió a sus orígenes, para grabar lo que se convertiría en su álbum más vendido en la Iglesia Bautista Misionera New Temple en Watts, en Los Ángeles. Sin embargo esos vídeos nunca se editaron y acabaron en el olvido. En 2008 se recuperó el material audiovisual y bajo la dirección de Alan Elliott y Sydney Pollack se produjo un documental con el mismo título del disco: «Amazing Grace».
En una sesión de su ciclo Sound & Vision, que une música en vivo con la proyección de una película, los cines paz, ofrecieron una programación doble de gospel que no podía estar más entonada: actuación del coro Soulful voices y proyección de Amazing Grace.